Entra por un oido, sale por el otro

Primero que nada, hay que saber de donde viene lo que escuchamos. Las palabras pueden ser como un puñal al corazon, pueden doler profunda y casi irremediablemente. Todo debe ser tomado con pinzas. Creanme, se de lo que hablo. Pasar una vida entera haciendo lo que "las palabras" dicen no sirve de nada. Te hace caer en un pozo, del cual vos mismo te podes sacar, pero es dificil, duro. Todo tiene un recorrido, un camino; un principio y un fin. Ese tipo de cosas hay que tomar, sabemos que hay que empezar y terminar. Las cosas van y vienen, depende de nosotros como nos van a afectar. "Que todo nos chupe", ese seria el consejo primordial de esta entrada, solamente quiero justificarlo. Estuve mucho tiempo encerrada en mi cabeza, mi dolor, solo porque me importaba todo lo que me decian; las palabras tenian (y a veces, aun tienen) un efecto muy profundo en algunos, en mi. Lo que hay que saber es como reaccionar ante ellas, recibirlas de la mejor manera, benigna para uno. No puedo afectarnos de manera negativa una palabra dolorosa, que nos tire para abajo, nos pisotee y deje poco de nosotros. Necesitamos evadir esa sensacion, evitemos esas palabras, no seamos susceptibles, todo nos puede lastimar. Asi que, llegando a la conclusion, seamos felices con lo que nos hace bien. Que las palabras no hieran, no lastimen, no deshagan. Y si empezas a escuchar algo negativo, que entre por un oido y salgo por el otro.